Sistema cardiovascular

10.09.2021

El sistema cardiovascular es el primero con actividad funcional durante la vida embrionaria, aun antes de haber concluido su diferenciación morfológica. Esto se explica, por las crecientes necesidades de aporte de oxígeno y sustancias nutritivas, y por la imposibilidad de obtenerlos con la simple difusión que sirvió de mecanismo de nutrición durante las dos primeras semanas de vida embrionaria. Los primeros componentes aparecen a finales de la tercera semana, comienza a funcionar hacia el final de la cuarta y principios de la quinta, razón por la cual son necesarias las relaciones de intercambio entre el nuevo ser y la madre.

Angiogénesis.

Este proceso incluye la vasculogénesis, que se encarga de establecer el patrón vascular del adulto durante el desarrollo vascular en el periodo intrauterino, además de la formación de nuevos capilares que se originan de los ya existentes. Al establecerse el patrón vascular normal en el embrión, la angiogénesis resulta en un proceso patológico que puede favorecer o no la aparición de enfermedades neoplásicas. La vasculogénesis comienza tempranamente con la formación de los primeros islotes sanguíneos en el mesodermo extraembrionario de la pared del saco vitelino, durante la tercera semana del desarrollo que es además, el primer órgano hematopoyético del embrión y donde ocurre la primera circulación embrionaria, aunque fuera del cuerpo del embrión (extraembrionaria).

Aspecto externo.

Desarrollo del tubo cardiaco.

Las características del sistema circulatorio, en etapas tempranas del desarrollo, consisten en la migración del mesodermo cardiogénico a través de la línea primitiva para formar las áreas bilaterales del mesodermo esplácnico precardiogénico. Al formarse y definirse el área cardiogénica, esta se encuentra situada por delante de la membrana bucofaríngea y de la placa neural pero, al ocurrir el cierre de la placa neural y la formación de las vesículas cerebrales, el sistema nervioso central crece en dirección cefálica, hasta que se extiende sobre el área cardiogénica y la futura cavidad pericárdica. Como consecuencia del crecimiento del cerebro y el plegamiento cefálico del embrión, la membrana bucofaríngea es desplazada hacia delante, mientras que el corazón en desarrollo y la cavidad pericárdica finalmente se sitúan en posición ventral en el tórax.

Formación y evolución del asa cardiaca.

Durante la cuarta semana, el corazón tubular continúa creciendo en longitud, pero al estar fijado por ambos extremos en la cavidad pericárdica, comienza a flexionarse. La porción cefálica del tubo cardiaco se pliega en dirección ventral y caudal y hacia la derecha, mientras que la porción caudal (auricular) se desplaza en dirección dorsal y craneal y hacia la izquierda. Este plegamiento forma el asa cardiaca, durante la formación del asa cardiaca van apareciendo cuatro dilataciones alineadas, delimitadas por constricciones. La evolución posterior da origen al corazón de cuatro cavidades. Así, la porción auricular, primero extrapericárdica, forma una aurícula común o única que progresivamente se incorpora a la cavidad pericárdica. La unión auriculoventricular sigue siendo estrecha y forma el canal auriculoventricular, que conecta la aurícula común con el ventrículo primitivo. La parte distal del bulbo, representa el tronco arterioso, que da origen a las arterias principales aorta y pulmonar.

Desarrollo del seno venoso.

A mediados de la cuarta semana, el seno venoso recibe sangre de los cuernos derecho e izquierdo. Cada prolongación, a su vez, recibe sangre de tres sistemas venosos importantes:

  1. Vena vitelina u onfalomesentérica.
  2. Vena umbilical.
  3. Vena cardinal común.

Primero la aurícula y el seno venoso se comunican ampliamente, mediante el orificio senoauricular; pero poco después, la entrada del seno se desplaza hacia la derecha, esto se debe a los shunts de izquierda a derecha que ocurren en el sistema venoso durante la cuarta y quinta semanas del desarrollo. La vena umbilical derecha y la onfolomesentérica izquierda se obliteran durante la quinta semana de desarrollo, por lo que la prolongación izquierda del seno pierde importancia. Finalmente, la vena cardinal común izquierda se oblitera a las 10 semanas, y queda solo la prolongación izquierda del seno, la vena oblicua de la aurícula izquierda y el seno coronario. Debido a los shunts de izquierda a derecha, la prolongación derecha del seno y las venas aumentan marcadamente de calibre. La prolongación derecha, que representa entonces la única comunicación entre el seno venoso original y la aurícula, se incorpora a la aurícula derecha para formar la pared lisa de esta. Su desembocadura, el orificio senoauricular, está limitado de cada lado por un pliegue valvular, las válvulas venosas derecha e izquierda. En dirección dorso craneal estas válvulas se fusionan y forman una prominencia denominada septum spurium En un principio, las válvulas venosas son grandes, pero cuando la prolongación derecha del seno queda incorporada a la pared de la aurícula, la válvula venosa izquierda y el septum spurium se fusionan con el tabique interauricular en desarrollo. La porción superior de la válvula venosa derecha desaparece por completo; la porción inferior se desarrolla en dos partes: Válvula de la vena cava inferior, Válvula del seno coronario

Aspecto interno.

Tabicamiento cardiaco.

Este implica un complicado proceso de remodelamiento y división de las cavidades cardiacas primitivas, lo que da origen al corazón definitivo de cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos) que funcionan durante toda la vida fetal y luego, con pequeñas modificaciones, durante la vida posnatal.  Todos estos procesos ocurren de manera más o menos sincrónica y en un periodo que abarca la quinta y sexta semana del desarrollo, cuando el embrión crece unos 10 mm en longitud, desde 5 mm, hasta 16 mm.

Tabicamiento auricular.

El primer signo de tabicamiento auricular es, cuando en la cuarta semana aparece una cresta o tabique desde el techo de la aurícula que crece hacia su luz. Esta cresta es el septum primum, el cual se extiende hacia las almohadillas endocárdicas situadas en el canal auriculoventricular. El orificio situado, entre el borde inferior del septum primum y las almohadillas endocárdicas, recibe el nombre de ostium primum. Posteriormente, por proliferación de las almohadillas endocárdicas superior e inferior el ostium primum se cierra. Al aumentar la cavidad auricular derecha por la incorporación de la prolongación sinusal, aparece un nuevo tabique de forma semilunar, el septum secundum, que por su forma nunca llega a la separación completa de las aurículas. Cuando la válvula venosa izquierda y el septum spurium se fusionan con el lado derecho del septum secundum, el borde cóncavo libre de este último comienza a cubrir el ostium secundum. El orificio dejado por el septum secundum se denomina foramen oval.

Tabicamiento del canal auriculoventricular.

Al final de la cuarta semana, por proliferación de las paredes endoteliales, en el canal auriculoventricular se forman dos esbozos que crecen uno hacia el otro, uno superior y otro inferior, que reciben el nombre de almohadillas endocárdicas auriculoventricualres. Además de las almohadillas endocárdicas superior e inferior, aparecen dos almohadillas auriculares laterales en los bordes derecho e izquierdo del canal. Las almohadillas superior e inferior, mientras tanto, se proyectan ulteriormente en la luz y se fusionan, dando como resultado una división completa del canal en orificios auriculoventriculares derecho e izquierdo, al final de la quinta semana.

Tabicamiento del tronco arterioso y del cono o bulbo cardiaco.

En el interior de la porción troncoconal, durante la quinta semana, aparecen dos engrosamientos longitudinales, las crestas bulbares. Estas descansan, una en la pared superior derecha y la otra en la pared inferior izquierda. La cresta bulbar superior derecha crece distalmente y a la izquierda, y la cresta inferior izquierda lo hace distalmente y hacia la derecha. Cada una de estas describe un trayecto en forma de S, pero una en oposición a la otra, de forma tal que, al crecer hacia la luz y fusionarse, originan un tabique bulbar, denominado tabique aórtico pulmonar, con una trayectoria en espiral. De esta manera, la parte distal de la porción troncoconal queda dividida en dos conductos enrollados entre sí, que serán respectivamente el tronco arterial aórtico y el tronco pulmonar. Cuando las dos crestas bulbares se han fusionado, el tabique divide al bulbo en una porción anterolateral y una porción posteromedial, que son los tractos de salida de ambos ventrículos.

Tabicamiento ventricular.

Al término de la cuarta semana, los dos ventrículos comienzan a expandirse, y el primer indicio del comienzo del tabicamiento interventricular es la presencia, en la superficie externa del corazón en desarrollo, del surco bulbo ventricular que indica aproximadamente el límite, entre la porción proximal del bulbo y el ventrículo primitivo El tabique interventricular muscular comienza a desarrollarse por plegamiento del piso ventricular, que crece en dirección cefálica hacia las almohadillas endocárdicas; sin embargo, no llega a unirse y deja un orificio en la porción superior, denominado agujero interventricular. Este tabique interventricular primitivo origina la porción muscular del tabique interventricular definitivo. El orificio interventricular se cierra más tarde por la llamada porción membranosa del tabique interventricular, en cuya formación intervienen elementos provenientes de:

  1. La almohadilla endocárdica inferior.
  2. Del borde troncoconal o tabique aórtico pulmonar.
  3. Del mesénquima proveniente de la porción muscular del tabique interventricular.
  • Bibliografía.
  • Valdés Valdés, D. A., María Pérez Núñez, D. H., Enrique García Rodríguez, D. R., & López Gutiérrez, D. A. (2011). Embriología humana. Ciencias Médicas.
Ximena Torres Jiménez 2021
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